Bioshock Infinite

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Bioshock infinite es la tercera entrega de la saga Bioshock (valga la redundancia) desarrollado por “Irrational Games” y lanzado el 26 de marzo del 2013 para PC, PS3 y Xbox360. Al igual que sus predecesores, es un FPS con ciertos  “poderes”.

Tomas el rol de Booker DeWitt, un investigador privado que,  para librarse de una deuda que tiene con gente poco recomendable, ha de traer a una chica que se haya la ciudad de Columbia. Lo que no sabe es que Columbia es una ciudad americana ultra patriótica, fanática extremista de un profeta y, por cierto, flotante. Que está en el aire. Que vuela, sí. Personalmente no suelo considerar ciudades flotantes como buenos sitios en los que cuidar de un hijo, principalmente por las posibilidades de que se me caiga por el borde y se despeñe, pero cada uno que viva donde quiera.

Total, que Booker tendrá que apañárselas para recuperar a la chica y salir con vida de ese lugar en el que además hay algo conocido como “Vigores”, bebidas que dan poderes a la gente (crear fuego o electricidad, poseer a otros, etc.)Si habéis jugado a algún otro Bioshock, consideradlos el equivalente de los Plásmidos.

 El objetivo principal del juego es traer a la chica. Si pensamos sobre ello, básicamente convierte gran parte del juego en una misión de escolta. Si tenéis algo de experiencia con los videojuegos creo que estaréis de acuerdo en que las misiones de escolta NO son divertidas. Para los que no lo sepan, el tener que vigilar a un personaje incapaz de luchar, que va gritándote cosas, se mueve erráticamente y hace que finalice la partida en el caso que muera es tan divertido como –Insertar comparativo absurdo aquí- … errrr, yo que sé, dibujar una hoja de papel en una hoja de papel. Sentíos libres de tapar esa frase con la mano e incluir vuestro comparativo absurdo correspondiente.

 

 

Lo bueno es que Bioshock Infinite es un señor muy majo y sabe cuánto odiamos las misiones de escolta, por lo que hace a la chica (de nombre Elizabeth) inmortal. Cito textualmente según el juego, “se apaña sola”. ¡Eso quiere decir que puedes centrarte en los enemigos y no preocuparte de que tu compañero se muera a tus espaldas y tengas que volver a empezar! No sólo eso, sino que además es útil para el combate gracias a un poder que tiene, además de poder pasarte en algunos momentos dinero, vida, munición o sales (que recargan la barra que gastas para usar vigores). Así que, pese a que es en teoría una misión de escolta, no sienta como tal, algo por lo que todos estamos muy agradecidos.

El combate, ya que he tocado el tema, es muy dinámico. No suele ser como en otros juegos en los que el asunto va de “cubrirse, asomarse, disparar, repetir”, sino que te sale más a cuenta mantenerte en movimiento. Para ayudarte están los raíles a los que te enganchas con un garfio, lo cual te permite moverte rápidamente mientras disparas al enemigo. Los vigores, aunque son pocos, juegan un papel importante en los combates. Para más personalización aun puedes conseguir “equipo” a lo largo del juego  en zonas generalmente ocultas. Puedes llevar 4 piezas de equipo a la vez: un sombrero, una camisa, unos pantalones y unas botas. Dan bonificaciones peculiares, como 50% más de daño por disparo a la cabeza, explosión de fuego al bajar de un raíl, más posibilidades de recuperar munición de cadáveres enemigos, etc. El juego te permite experimentar con un montón de combinaciones, y puede haber mil maneras distintas de ganar un mismo combate. Es probable que te acostumbres a usar sólo un método concreto, pero se va depurando con el tiempo, además de que es posible que encuentres una pieza de equipo que te dé una bonificación más interesante que la que tenías.

El combate, eso sí, tiene una desventaja que a mí me ha tocado bastante la mollera: la limitación de armas. El juego tiene una cantidad considerable de armas, pero el problema es que sólo puedes llevar dos a la vez y nada más. Esto no sólo te limita en lo que se refiere a munición, sino también a conservar tus armas. Las armas no se pueden comprar en las tiendas, sino que las coges de los cadáveres enemigos o las puedes encontrar por el mapa. El problema radica en el hecho de que los enemigos casi siempre llevan ametralladoras y, si eso, escopetas. Eso hace que, en el caso en el que tu arma superpoderosa que tanto te costó encontrar se quede sin munición, tendrás que recurrir a tu segunda arma o cambiarla por alguna ametralladora del suelo. A causa de eso quizá tendrás que esperar media eternidad para poder encontrar el arma superpoderosa de nuevo. Esto resulta molesto, además de que dos espacios de armas me parecen muy pocos para un juego de este calibre. Yo estaría satisfecho con tres, la combinación clásica de toda la vida (largo alcance, medio alcance y corto alcance / medio alcance, largo alcance, arma poderosa de poca munición como un lanzamisiles).

 

 

La ambientación e historia están bien hechas, y aunque a lo largo del juego hay pocos personajes destacables, hay algunos que despiertan cierto interés. Mis favoritos son una pareja extraña propensa a las discusiones que irás encontrando en ocasiones. En ocasiones la historia es ligeramente enrevesada, eso sí, pero una vez se entiende (en ocasiones gracias a vídeos que la explican), muestra haber sido muy cuidada.

No puedo evitar sin embargo echar a faltar tres  cosas. La primera, han quitado los minijuegos de hackeo de máquinas vendedoras y han sido sustituidos por simplemente usar tu vigor de posesión en una máquina para recibir dinero (bastante poco). Al menos yo personalmente adoro los minijuegos, que te permiten desconectar un poco y poner tu mente a pensar, así que me habría gustado verlo en esta entrega también. La segunda, es que han quitado los tipos de munición (incendiaria,perforante,etc). En este juego conservar munición es bastante importante, y algunos enemigos con armadura te obligan a gastar un montón. Al menos tener la opción de comprar balas perforantes para esas situaciones estaría bien. La tercera, aunque es desde un punto de vista personal, es que ya no está el “Big Daddy”, que ha sido sustituido por el “Handyman”. Éste es un enemigo formidable, bastante más resistente incluso, y mucho más ágil, lo que le hace muy puñetero. Pese a eso, no tiene la presencia que tenía el Big Daddy. Sabías que era peligroso, opcional, pero que valía la pena enfrentarse a él. Veías su lento movimiento y los ruidos profundos que hacía desde se traje de buzo, mientras oías sus pesados pasos. Era como estar en un documental de naturaleza y ver a un elefante a su aire, majestuoso pero muy peligroso si le inflas las narices. O la trompa, si es un elefante, supongo. El caso es que el Handyman es obligatorio, además de que simplemente te lo echan a la cara. Estás en X sitio y el juego adquiere una actitud de “ah, sí, toma, un Handyman, ea, mátalo y pásalo bien”. Es divertido (y complicado), pero no tiene la personalidad de un Big Daddy. Se podría haber profundizado en ello.

 

Resumiendo:

Pros:

–        Combate dinámico y entretenido. Los enemigos rasos varían poco , pero los fuertes dan un toque especial a los combates

–        Aunque el sistema de Vigores es algo más simplificado, conserva la funcionalidad. Además, la barra de “energía” es segmentada para que puedas ver cuánto consumirá cada vigor, así no te quedarás en pañales al haber gastado más de lo que creías.

–        Tu compañera Elizabeth es útil en el combate. Eso no suele pasar en muchos FPS, la verdad.

–        El cambio de aires de la submarina Rapture a la aérea Columbia resulta interesante, y es un lugar bastante bonito, la verdad.

Contras:

–        Han quitado algunas cosas que quizá se echan de menos

–        Como ya dije, la limitación a solo dos armas resulta un tanto puñetera

–        Tu enemigo, Cornstock, es uno de esos malos en los videojuegos que te echan en plan “éste es malo, ya sabes, mátalo y tal”. No te va provocando ni se esfuerza demasiado porque lo odies. Por dar un ejemplo, Andrew Ryan en Bioshock 1 tenía más personalidad en mi opinión. Es algo que creo que se ha de cuidar en los videojuegos, darte un “malo” al que realmente consideres mal, algo que os vincule, no simplemente saber que es malo y tal. Un ejemplo bastante claro de “malo que te provoca” seria “Handsome Jack” en Borderlands 2. Te dan motivos para odiarlos y te motivan a llegar hasta ellos y tener unas cuantas palabrejas.

 

 

 

En definitiva, Bioshock Infinite ha procurado cubrirse las espaldas para no defraudar al expectante público. Hay algunas cosas que se echan de menos, pero compensan con otras que son bienvenidas. Una de cal y una de arena. Recomiendo jugarlo en modo difícil para una experiencia bastante mejor, además de que te obliga a utilizar el “dinamismo” del combate y experimentar. Si te gustaron los dos primeros Bioshock, la tercera entrega te gustará, aunque se distancia de la macabra ambientación de Rapture. Si eres fan, recomiendo comprarlo y añadirlo a la colección, si no, puesto que es sólo campaña, estaría bien alquilarlo durante un período más o menos largo.

 

Redacción: Adrián Soria Bonilla

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