Comedia
Se despide del Teatro Lara pero volverá en junio esta comedia de aspecto ligero que no lo es tanto, según mi modesta y confusa opinión.
Digo que no lo es tanto porque, como suele ocurrir con este género, detrás de su apariencia simple hay un profundo análisis de los usos amorosos actuales. ¿Parodia del exitoso programa “First Dates”? No lo sabemos. En todo caso, nos pone ante la realidad de la búsqueda de pareja hoy en día.
Una búsqueda amparada por sistemas, magias y ayudas regidas por unas leyes misteriosas que nos ligan a la persona adecuada. Si no es así, el propio sistema irá alimentado nuevas alternativas.
El personaje de Carlos nos presenta ante el trabajador, opositor a notarías y centrado en su progresión laboral que no tiene gran interés en todos estos tejes manejes de parejas y ligues a través de una máquina.
No es que no tenga interés en tener pareja. Simplemente, se ve zambullido en una realidad laboral que le impide que su prioridad pase por la vida con una mujer. Se ve dominado por unos y por otros, traído y llevado, intentando ayudar a todos pero poco feliz con su vida.
José Lozano ha sabido dar a Carlos la interpretación perfecta de alguien que se encuentra en una búsqueda y una labor que no puede detenerse en otros asuntos.
Begoña Caparrós interpreta a la funcionaria algo corrupta y quemada que maneja a su antojo los hilos del amor. Un personaje que resulta antipático a los protagonistas y que realmente es necesario porque es el símbolo del sistema que debe aceptarse para entrar en el juego. Al final esa es la alegoría, odiamos al sistema pero sin el sistema no hay nada que hacer.
Por su parte, Andrea Duro y Roberto Morales interpretan a un Amor que fue, en el que hubo fuego y parecen no quedar más que cenizas. Es la realidad del Amor que quema y hace sufrir frente a la realidad de hoy en día. A los más mínimos síntomas de sufrimiento hay rendición y retirada.
Por otro lado, está el deseo de volver a intentarlo, de haber vivido lo mejor y querer recuperarlo de alguna manera aunque sea imposible. Son los personajes más libres y los que más han sentido y vivido. Llevan la rémora del amigo del que hay que tirar un poco pero la Amistad es otra forma de Amor tan bonita que, por momentos, supera a ese Amor de a dos tan difícil y cerrado.
Por último, Ana – interpretada por Belén González – Supone un guiño a los viejos tiempos, a la mujer que cargaba con todo y nunca decía no. Irrumpe en escena vestida de blanco y con esa crisis previa a pasar por la vicaría o el juzgado que es lo más normal del mundo. Sin embargo, abre los ojos y opta por tomar sus propias decisiones. Después de que varias parejas se hayan aprovechado de ella y hayan terminado dejándola es ella quien por primera vez siente pánico en la entrega y decide evitar una vida a dos que pronto sería a más por la llegada de los hijos. La crisis se desencadena al buscar un motivo o argumento a favor del matrimonio.
En definitiva, una comedia que toma con humor uno de las grandes cuestiones de la crisis de valores milenaria: ¿Qué pasa con el matrimonio?
Como dije, la obra se despide un mes pero queda abundante oferta cultural, desde el teatro de cámara de salas como Bululú 2120 o Teatro Tribueñe al espectáculo de “El Rey León” o “Mayumana” Que lo disfruten.
Adolfo Caparrós
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