A mucha gente le da miedo volar. Y eso que según dicen las estadísticas es más fácil que te caiga un meteorito encima, a que se te caiga un avión. No conozco los datos sobre las posibilidades de que le caiga un meteorito a un avión contigo dentro pero joder, que eso sería ya el colmo de la mala suerte.
En cualquier caso, resultaría más fácil que te mordiera un cocodrilo a tenor de la noticia aparecida sobre un vuelo de la compañía australiana Qantas y la fuga en pleno vuelo de este reptil de su jaula. Parece ser que la compañía encargada de equipajes Australian Air Express tuvo algún tipo de despiste que permitió que el cocodrilo saliera a estirar las pezuñas. Otras fuentes no confirmadas aseguran que el susodicho animal pensó que en vez de viajar con la compañía Qantas, lo haría en un vuelo de Ryanair y eso lo asustó de sobremanera. Que una cosa es estar en una ciénaga putrefacta y comer los restos de cadáveres animales, y otra muy distinta tropezar con una azafata con muy mala hostia de la compañía irlandesa, y que te haga padecer el viaje de tu vida. Que los pobrecitos tienen su corazoncito.
Pero no creo que viajara solo. Digo yo que algún responsable del zoológico viajaría con el bicho ¿no? ¿Y porque lo facturó? Si hubiera dicho que lo suyo era un cocodrilo lazarillo podría haber viajado en cabina ¿Quién no te dice que le habría hecho ilusión? Aunque fuera en clase turista. La única pega es que tendría que estar pendiente de las cosas que se metía en la boca, porque ya se sabe que son de colmillo inquietos y no podría evitar mordisquearle la apetitosa pierna de la señora del asiento de al lado. Por otro lado no estaría mal hacer la vista gorda cuando se coma al niño del asiento de atrás que siempre nos toca en algún vuelo ¡si hombre! Ese mismo que se pasa toooodo el viaje repiqueteando con los piececitos en tu respaldo, o que se sube a tu cabezal del asiento y te echa esas miradas inquisitorias que notas en el cogote.
No creo que a Qantas le suponga ningún problema, ya que no se trata de ninguna compañía Low Cost. Ahora no sé yo si con Ryanair lo hubiera tenido tan fácil para que pudiera ocupar un asiento al lado de su cuidador. Pero no por cuestiones de seguridad aérea ¡que vaaaa! Sino por temas de las condiciones particulares de la compañía.
Para empezar el cocodrilo no tiene documento nacional de identidad. Que le explique ese cuidador a esa azafata con cara de sargento y que presumiblemente ha pasado mala noche, que aparte de que es menor, tampoco tiene la obligación de llevarlo por el mero hecho de ser un reptil. Se ponga como se ponga le dirá una y mil veces que no sube y punto.
Como equipaje de mano tampoco lo va a aceptar, ya que no cabrá en la jaula esa que hay al lado del mostrador para que meta la maleta. A ver; si consigue que se doble sobre si mismo lo suficiente para que quepa puede alegar que es un bolso de mano de piel de cocodrilo. Pero sólo si pesa menos de 10 kg. -cosa poco probable- por lo que tendría que facturarlo.
Ahora que yo no lo aconsejo, porque el equipaje facturado si sobrepasa más de 20kg. Se ha de pagar un suplemento de 20€ por kilogramos superado. Y si tenemos en cuenta que un bicho de estos pesa una media de 600kg. Le saldría por unos…eeeeh…le saldría más rentable llamar a los de MRW y que se encarguen ellos de todo.
A pesar de que parezca que destilo bilis contra esta compañía aérea, he de decir que no tengo nada en contra de ellos ¡nada más lejos de la realidad! De hecho me encanta que en los aeropuertos españoles opere una compañía que se ha burlado de los antiguos trabajadores de Spanair, que amenace a las Administraciones públicas con abandonar nuestro país si le multan por las irregularidades cometidas, que no deje volar a los menores de edad si no tienen el documento nacional cuando solo es necesario el libro de familia según consta en la agencia estatal de seguridad aérea AESA, o que en sus condiciones generales existan clausulas abusivas que son nulas a efectos del Código Civil, pero que aplican con total alevosía.
Pero ya nos está bien, porque a Ryanair le pasa lo mismo que a Telecinco: nadie reconoce que le gusta, pero cuando llegan las cifras y las estadísticas baten records.
Al final será verdad que tenemos lo que nos merecemos…
Autor: Miguel Soria López
Nunca he volado con esta compañía, de momento, pero como ya me ha pasado otras muchas veces con otras cosas( los pantalones corsarios, la raya en el ojo, las mechas rubias…) Nunca se puede decir de este agua no beberé,ni este cura no es mi padre….
como siempre, genial.