Si hay algo que nos apetece más que nada en cuanto empieza el buen tiempo, es tomar algo en una terraza, a ser posible junto al mar, al atardecer, después de haber estado en la playa y todavía con ese olor a salitre en la piel. Parece que en esos momentos el tiempo se detiene y todo nos parece sublime, especial.
Bodegas Torres ha querido aportar su granito de arena a nuestras veladas veraniegas. Es por ello que nos ofrece un Viña Esmeralda renovado con el que poder acompañar desde un sencillo aperitivo hasta una romántica y sofisticada cena en una terraza con vistas al Mediterráneo. Si los mejores momentos nos dejan un conjunto de sensaciones que recordamos para siempre a través de olores y sabores, Viña Esmeralda hará que tengamos que añadir un nuevo elemento a ese conjunto; sabor afrutado y floral al mismo tiempo, tanto en blanco como rosado, suave, perfumado… Una delicia para cualquier paladar que se precie.
No podrás volver a imaginar una cena con sushi, una suculenta mariscada a orillas del mar, una tabla de quesos o un surtido de patés sin que haya un Viña Esmeralda bañando vuestros paladares. Su sofisticación y elegancia, con esa botella en forma de gota o ese fino vidrio —que aporta sostenibilidad al medio ambiente— o sus colores suaves, harán de cualquier momento algo especial.
Puedes elegir en la añada de 2015 su vino blanco, con las variedades de moscatel y gewürztraminer, o el rosado —garnacha—, para acompañar tus platos y esos instantes en los que sabes que necesitas darte un capricho en cualquier parte, ya que este vino está presente en restaurantes de ámbito nacional e internacional.
Este verano puede ser más especial que nunca. Sólo necesitas bañar esos instantes inolvidables con Viña Esmeralda.
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