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Ficha Técnica | Título: Rough Night. Director: Lucia Aniello. Guión: Lucia Aniello, Paul W. Downs. Reparto: Scarlett Johansson, Kate McKinnon, Zoë Kravitz, Jillian Bell, Ilana Glazer, Colton Haynes. Género: Comedia. Duración: 101 minutos. Año: 2017. País: USA. Fotografía: Sean Porter. Música: Dominic Lewis. Productora: Columbia Pictures, Paulilu Productions, Sony Pictures Entertainment. Distribuidora: Sony Pictures España.
¿Sabéis esas veces que vais a ver una película única y exclusivamente por un actor o actriz? Básicamente ahí tenéis la explicación de porqué asistí a ver esta película: Scarlett Johansson. Sí, también tiene algo que ver que esté Kate McKinnon, ya que me parece una de las actrices cómicas del momento por su trabajo en SNL y sí, también sale en “Cazafantasmas”, esa película odiada por toda la comunidad cinéfila salvo por mí (y otros cuantos).
Jess (Scarlett Johansson), Alice (Jillian Bell), Blair (Zoë Kravitz) y Frankie (Ilana Glazer), cuatro amigas de la facultad, más una amiga de la novia, Pippa/Kiwi (Kate McKinnon) se reúnen en Miami para celebrar la despedida de soltera de Jess. Lo que al principio parecía algo sencillo, conforme avanza la noche, empiezan a coquetear con las drogas, los strippers y los vecinos donde se alojan, la cosa se irá complicando.
Es una película que hemos visto millones de veces protagonizadas por hombres, es más, se parece demasiado a “Very Bad Things” (Peter Berg, 1998) como para tomárnoslo como algo nuevo, salvo por el hecho de que aquí la película pasa el Test de Blechdel y con nota. Dejando de lado eso, la película utiliza la premisa de que todo que puede complicarse, se complicará al máximo y el grupo intentará saltar el hándicap que les acecha, lo que producirá situaciones cómicas y una risa moderada y ligera para el espectador. “Una noche fuera de control” es, como dije por twitter, regulichis, pero hay cositas buenas.
¿Dónde pierde la película? Pues, sobre todo, a la hora del montaje, ya que no queda algo fluido, cuando hay momentos divertidos lo intentan hacer serio y pierde la gracia. Otro ejemplo es la parte del novio, hacía el final, pues sí tiene más gracia, pero al principio corto mucho el ritmo en la trama principal. También pierde comparándola con el tráiler, ya que este auguraba más desfase del que realmente hay, sí que matan a un stripper, pero hombre, ya que está ahí la situación, pues exprímela todo lo exageradamente posible y ahí, la directora y guionista Lucia Aniello, se corta un poquito.
¿Dónde gana la película? En el quinteto de actrices, aunque hay que destacar a Scarlett Johansson, Jillian Bell y Kate Mckinnon porque son las que llevan el peso más cómico de la película. Tienen química, es interesante y la verdad es que los personajes tocan todos los palos. Es decir, no sólo está la típica rica, sino que también hay una que lucha por sus ideales, otra que no es americana, una que se siente acomplejada… divorcios, diversidad sexual, variedad y rangos personales, dotando a los cinco personajes principales de un trasfondo más allá de lo mínimo para vivir la situación.
Pero este plus no hace a la película buena, es predecible, sabes dónde estará el conflicto en cuando se hace patente al comienzo del film. La película pasa de ser una situación estrambótica, como es la muerte de una persona y qué hacer ante esa situación, a la relación de amistad entre la protagonista y su acaparadora mejor amiga, la revisión de las relaciones de ayer y hoy… y demás. Lo divertido, que es lo que llama, pasa a un segundo plano y lo predecible se hace patente hasta límites insospechados, a esto se le suman los clichés y lo que parecía algo, se esfuma.
¿Le ponemos una nota? Para mí se quedará con el 5 más que nada porque hoy día casi hay que agradecer que una película esté protagonizada sólo por mujeres. También cuenta que esté Scarlett Johansson, claro está, pero sí que se te queda un sabor de boca casi amargo tras lo que parecía ser una comedia veraniega para disfrutar. No es un peliculón, pero para pasar el rato y huir del calor, puede que, bajo tu propia responsabilidad, sea una buena opción.
Crítica: María José Díaz-Maroto
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