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El Hobbit: La desolación de Smaug (2013)
… ¡Decíamos ayer! … pues si, en el artículo anterior decía que a la semana siguiente comentaría sobre el nuevo episodio de la Tierra Media de Peter Jackson, pero una intoxicación de dulces navideños y empacho de centollo me ha tenido todas las fiestas fuera de juego. De todas formas, la crítica de la película la pudisteis leer aquí en Pandora de la mano de mi compañera Jennifer Mosquera. ¿Qué comentar entonces? Pues hablaremos sobre ¡¡¡¡EL TERCER CAPÍTULO DE LA SAGA QUE HEMOS PODIDO VER EN PANDORA MAGAZINE EN EXCLUSIVA!!!! Ya quisiera yo, pero no. Hablaremos un poco de la repercusión que está teniendo el presente film tras un breve repaso.
Peter Jackson se ha convertido en un genio a la hora de Hypear (“crear expectación” en cristiano) sus trabajos y el pasado mes de Noviembre desde Pandora tuvimos la ocasión de ver en exclusiva imágenes de la película “El Hobbit: La Desolación de Smaug” tras una presentación vía satélite –aquí os dejo mi crónica–. 20 minutazos fue lo que pudimos disfrutar y sin embargo, nos supieron a poco. Y es que aunque a los más fanáticos de los escritos de Tolkien les pareció aberrante el capítulo anterior, el público abraza con ansia cada nuevo episodio. En aquel artículo comenté que imaginaba el giro que iba a tomar esta nueva trilogía despegándose así del libro. No me equivoqué. Jackson tira de su trilogía previa para poder rellenar todas las horas de hobbit que hacían falta. Así mete a Sauron con todo el descaro del mundo y haciendo referencias a punta-pala sobre el destino de la Tierra Media 60 años después.
Entre los comentarios que hice en la presentación y la crítica de Jennifer, poco me queda por comentar, salvo en muy cacareado asunto del 3D, las cifras y lo que vendrá.
El 3D y los 48 fps
Como ya comenté en el artículo anterior, es una de las grandes aportaciones de esta saga al cine. Explico de nuevo lo de los 48 fps, para quien no lo sepa, desde 1904 se estableció que la velocidad de proyección en cine era de 24 fotogramas por segundo y hasta ahora ha sido así. Ha pasado más de un siglo y el cine ha evolucionado muchísimo. Una de esas evoluciones ha sido el 3D. Lo que ocurre es que a 24 fotogramas por segundo el 3D no es tan espectacular como se quisiera y se ha descubierto que a mayor velocidad de proyección, el efecto 3D es superior. Es por eso que Peter Jackson optó por esta opción, a pesar que las primeras críticas fueron muy negativas, porque daba aspecto de culebrón, ya que la imagen era “demasiado nítida”.
Muchos fueron los que tras el visionado de la primera parte decían sufrir mareos y dolores de cabeza al ver la película. Los productores juran y perjuran que ese problema se ha subsanado. Bueno, a ver, no puede subsanarse porque el problema viene por la forma en la que se ve la película. Para no sufrir en el visionado de la película ha de verse con la cabeza muy recta, y así el peso de la visión no recae más en un ojo que otro, que es el gran problema. Eso en cuanto a lo técnico. En cuanto al rodaje, pues sinceramente, no veo diferencia alguna con el capítulo anterior.
Es interesante la utilización de este sistema, ya que si la película se ve en formato 2D, la realización es totalmente clásica, nada de cosas tiradas a cámara ni aberraciones similares… salvo en la escena de los barriles. Esta es una fantasmada muy grande por parte del equipo informático de Weta digital, la empresa del director. Está planificada única y exclusivamente para dejar flipado al espectador 3D, algo que puede dejar frío a los que la ven de forma tradicional. Esto, por desgracia, es algo que chirría dentro de la película. Jackson ya metió la gamba de forma parecida en “King Kong” cuando los dinosaurios se enfrentaban al simio y es que no se entiende un carajo, más allá del mareo como sistema de rodaje. Aunque hay que agradecer que Jackson sólo se deje llevar de vez en cuando, porque en la «Saga Transformers», Michael Bay ha dejado que los informáticos le planeen la peli por completo. Por otro lado, se siguen viendo movimientos excesivamente rápidos y por lo tanto nada naturales, como consecuencia de rodar a mayor velocidad de la normal. Esto, ya que está todo terminado de rodar, no va a cambiar en la próxima entrega.
Las cifras
Equiparar la carrera comercial de la saga “Hobbit” con la de “El señor de los anillos” es un ejercicio bastante absurdo, ya que nada tienen que ver en cuestión de expectación ni de calidad intrínseca, ya que mientras “El señor de los anillos” era una adaptación más que ansiada por casi medio siglo por millones de espectadores, “El Hobbit”, no pasa de ser el cuento infantil que sirve como aperitivo al menú que nos dejó Peter Jackson hace ya más de una década. Lo estimable es que a pesar de ser un saca cuartos monumental, esta trilogía está dando pasta. Si sobre una estimación de unos 250 millones de dólares de presupuesto cada una, “Un viaje inesperado” tenía una recaudación EE.UU. de 303 millones e internacionalmente de 714, se puede decir viendo esos 1017 millones recaudados que, efectivamente, hay interés en la gente. Pero aunque digo que comparar es absurdo, yo tengo algo de tontería intrínseca natural, asi que voy a comparar. Voy a comparar el episodio que menos recaudó de la trilogía anterior que era “La comunidad del anillo” con “Un viaje inesperado”.
«La Comunidad del Anillo» vs. «Un viaje inesperado»
“La comunidad del anillo” se estrenó el 19 de Diciembre de 2001 con un presupuesto de 93 millones de dólares, recaudando 315 en EEUU y 555 en el resto del mundo, sumando 871 millones. Si para dar beneficios una película ha de recaudar dos veces y media lo que costó, esto es, 93 millones de dólares multiplicado por 2,5, nos salen 232 millones aproximadamente, eso quiere decir que New Line, la productora de la primera trilogía ganó 639 millonacos todo para los bolsillos de la empresa, sólo con la primera parte.
A día de hoy esos 315 millones en EEUU equivaldrían a 429 y los 555 del resto del mundo a 756, vamos, que a día de hoy habría recaudado 1185 millones de dólares, que ya es más caja de lo que hizo la primera parte de las aventuras de Bilbo Bolsón, pero tenemos que ver que “La comunidad del anillo” era la primera vez que se nos presentaba un mundo de fantasía como este y podía haber ciertas reticencias, que tras esto quedaron despejadas, tanto que con “El retorno del rey” casi se pueden limpiar el culete con billetes.
Si vemos que además la nueva saga de Jackson está estrenada en 3D, que sube la recaudación en una cifra estimada de un 12 %, porque por usar esas gafitas que a muchos les da dolores de cabeza te cobran más (un poco sinsentido, ¿no?), tenemos que “El hobbit: un viaje inesperado”, ha recaudado una cuarta parte menos que la película protagonizada por Elijah Wood. Y si hacemos comparativa de lo que costaron ambos, 94 (128 a día de hoy) frente a 250, podemos decir que para la productora el negocio no ha sido equiparable, pero es que además, a diferencia de la “El señor de los anillos”, donde cada episodio iba generando mayor interés y recaudación, “La desolación de Smaug” va a quedarse unos puntos por debajo de “Un viaje inesperado” en cuanto a pasta.
Ya en el fin de semana de estreno de ambas se ve la diferencia, ya que “Un viaje inesperado” se estrenó con 84 millones de dólares y “La desolación de Smaug” lo ha hecho con 73. Esto es un 14% menos de recaudación, lo que se traducirá en que probablemente este capítulo se quede a las puertas de los 900 millones de dólares, casi lo mismo que “La comunidad del anillo” hace 12 años. ¿Se puede considerar un fracaso? Para nada, ya quisiera yo esos 200 0 300 milloncejos libres de polvo y paja que van a tener los productores al final de su paso por cines, pero es indicativo de la cierta decepción con que el espectador está acogiendo esta nueva saga.
¿Y el futuro?
El próximo 17 de Diciembre llegará a todo el mundo la conclusión de la trilogía. ¿Cambios?, no es de esperar que haya. Seguiremos con el 3D a 48 fps para quien lo quiera, con gente quejándose de que se marea. Seguiremos con muchos fans decepcionados por la mancillación de la obra original de Tolkien y mucha gente que se quejará porque “El señor de los anillos” era mejor. Seguiremos con un producto irregular como está siendo hasta ahora, pero con interés y con ese final que estamos deseando que llegue.
Como antes he analizado la taquilla también haré una predicción a sabiendas que ese, ni es mi campo, ni es muy inteligente aventurarse en lo que interesará al público en un año aproximadamente pero, como ya he dicho antes, ando con los plomos un poco fundidos. Creo que, al tratarse del épico final, el morbillo por ver no sólo el final de la historia, sino cómo lo enlaza con “El señor de los anillos”, la taquilla será la mayor de los tres capítulos. Dar una cifra sería ya aventurarse a tope, pero la cifra puede ir sobre los 1200 millones.
Y en cuanto a perdurabilidad de esta trilogía. Pues su interés radica sobre todo en enlazar con la trilogía anterior. Interesante, si, pero imprescindible. La nota total, si no hay ningún empacho de por medio, el año que viene.
Título Original: The Hobbit: The desolation of Smaug
Reparto: Martin Freeman, Ian McKellen, Richard Armitage, James Nesbitt, Aidan Turner,Graham McTavish, Jed Brophy, Luke Evans, Benedict Cumberbatch, Stephen Hunter, Ken Stott, Evangeline Lilly, Orlando Bloom, John Callen, Adam Brown, Dean O’Gorman, William Kircher, Peter Hambleton, Mark Hadlow, Lee Pace, Sylvester McCoy, Cate Blanchett, Mikael Persbrandt, Stephen Fry, Ryan Gage
Director: Peter Jackson
Guión: Fran Walsh, Phillipa Boyens, Peter Jackson, Guillermo del Toro (Novela: J.R.R. Tolkien)
Productora: New Line Cinema, Metro Goldwyn Mayer (MGM), WingNut Films
Música: Howard Shore
Presupuesto: 250 millones de dólares
Taquilla: Aún está en cartelera
Redacción: Juan Pablo Pérez Padial
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