Título: Star Trek: En la oscuridad
Director: J.J. Abrams
Reparto: Chris Pine, Zachary Quinto, Zoe Saldana,
Benedict Cumberbatch, Alice Eve, Karl Urban, Simon Pegg,
Anton Yelchin, John Cho, Leonard Nimoy,
Bruce Greenwood, Peter Weller
Año: 2013
Duración: 132 minutos
País: EE.UU.
Género: Ciencia ficción
Productora: Paramount Pictures, Bad Robot,
Skydance Productions, Kurtzman/Orci
Distribuidora: Paramount Pictures
Lo que hacía interesante la serie original de “Star Trek” era su capacidad de sintetizar y criticar la convulsa sociedad de los 60 mediante la traslación a la ciencia ficción, más allá de ser un entretenimiento con un punto kistch. Encontramos allí las tensiones típicas de la guerra fría en el enfrentamiento entre la federación y Klingons o vemos el primer beso interracial de la historia de la televisión. “Star trek: en La oscuridad” coge el testigo de la serie y critica muy seriamente el intervencionismo de la mayor potencia del mundo, aun a costa de la propia sociedad, desconocedora de las triquiñuelas usadas por el poder.
Esta lectura post 11-S nos deja ataques terroristas, ocultaciones del estado (federación) un Osama Bin Laden-John Harrison-XXX (Benedict Cumberbatch) y un almirante Marcus-George Bush Jr. (Peter Weller) muy claros dentro de la densa trama del nuevo capítulo de la -otra- saga galáctica.
El guión de la película está atado y bien atado. Desde el primer minuto J.J.Abrams sabe lo que quiere contar y coge el toro por los cuernos. Es un tio inteligente y sabe dónde poner puntos dramáticos, efectos narrativos, trucos para que avance la trama y pequeñas dosis de humor que hagan digerible a todo el público lo que quiere contar. Más allá de eso todos los actores tienen su minuto de gloria -si bien ninguno destaque en su interpretación-, aunque hay que reseñar que, por muy ligero que sea el tono en muchos de sus pasajes, tanto dramatismo suelto por el film y lágrimas en algún punto lastran el tono general de la película. Bueno, seamos sinceros, que a un capitán le pongan en duda las ordenes casi toda la tripulación llega un momento que te mosquea y, claro, pierde la credibilidad.
“Star trek” (2009) retomaba una idea ya propuesta a finales de los 80 que proponía ver los años como cadetes de la tripulación de viejo USS Enterprise. J.J. Abrams lo hacía llevando esa idea a la modernidad y no cerrándose a la manufacturación del reinicio de la franquicia única y exclusivamente para los trekies en el que aun es su mejor film. Ahora ha querido darnos más de lo mismo. Y con más de lo mismo me refiero a contar con más minutos, presupuesto y destrucción. Desgraciadamente lo que en 2009 era la medida justa aquí ha pasado a ser una sucesión de momentos cada vez más exagerados haciendo de su parte final una suerte de “transformers” entre tanta destrucción y efecto especial, desluciendo un interesante trasfondo. Tampoco ayuda a que el muy televisivo Abrams no sea capaz de dar una sola imagen memorable más allá de las ofrecidas por el departamento de efectos especiales.
En definitiva “Star trek: En la oscuridad” es una película que en manos de un director con mejor pulso narrativo, consciente de que va a hacer un vehículo escapista, con un poco más de contención hubiera sido un punto de referencia en la moderna ciencia ficción, como lo es el anterior capítulo, pero finalmente nos hemos quedado con un disparo al aire. Un Disparo muy caro.
Aprueba porque es un espectáculo sólido y correctamente llevado. Pero poco más. ¿Qué se les habrá pasado por la cabeza a los de Disney/Lucasfilms tras ver esta película?
Redacción: Juan Pablo Pérez-Padial
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