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Título: Riddick
Director: David Twohy
Guión: David Twohy (personajes de Jim y Ken Wheat)
Reparto: Vin Diesel, Karl Urban, Katee Sackhoff, Jordi Mollà, Nolan Gerard Funk, Dave Bautista, Bokeem Woodbine, Raoul Trujillo, Antoinette Kalaj, Keri Hilson
Duración: 119 minutos
Año: 2013
País: EE.UU.
Música: Graeme Revell
Género: Ciencia-Ficción / Acción
Productora: Universal Pictures / One Race Productions
Distribuidora: Entertaiment One Films
Riddick vuelve a las pantallas de cine con una nueva historia, con elementos novedosos, un argumento simple pero efectivo, y reutilizando aquello que ya funcionó en las anteriores entregas. ¿El resultado? Mejor que su predecesora, pero su intención de asemejarse a la estupenda “Pitch Black” (2004) queda en evidencia, lo cual hace que no llegue a estar a su altura.
Vin diesel junto con el director de las dos partes anteriores David Twohy, aprovechan el buen momento del primero, para volver a traernos a un personaje que le dio fama mundial, un personaje que sin duda, cuenta con mucho carisma y seguidores. La primera parte fue una sólida cinta de suspense, con toques de terror y ciencia ficción que hoy día se recuerda con cariño, con una atmósfera recordable. Con la segunda, se quiso, en mi opinión, abarcar demasiado terreno, se expandió el universo de Riddick hasta el punto de volver algo confusas las intenciones, y Riddick perdió algo de fuelle. La tercera parte, comienza de una forma original, te suelta en un nuevo planeta, recordando a esa primera entrega de la saga, con la soledad y el agobio de un planeta desconocido y aparentemente letal. Disfrutaremos de unos primeros compases muy bien llevados, con un Riddick luchando por adaptarse mientras nos muestran como ha llegado ahí. Contamos con el acierto principal de la saga, de entrada dejamos la complejidad de la segunda parte, y encontramos momentos de humor (con cierto animal) y descubrimos lo letal que es este nuevo entorno.
La trama avanzará con el elenco de mercenarios que llegan en su búsqueda, y sin querer adelantaros nada más concreto, aquí empieza la acción más al estilo Vin Diesel, con unos diálogos muy picaros y bien implementados. En el lado de los mercenarios, encontramos muchos tópicos, como el jefe que esconde una evidente cobardía, la chica dura que siempre gusta, el joven inseguro etc, pero no por ello pierde interés. Con unas interpretaciones justas y suficientes, los personajes que se intuye que pocos llegarán al final de la cinta, y resulta interesante jugar a adivinar como ocurrirá cada muerte, llevadas a cabo por nuestro antihéroe, que llegados a cierto punto, cederá el rol de castigador al planeta en sí, que no nos deja olvidar quien es la estrella de la película (con el permiso de Vin).
Por muchos motivos, me resulta fácil pensar, que tanto el protagonista como el director, tenían claro a cuál de sus antecesoras cintas debían emular, y aunque no resulta un calco de la primera parte, sí que es fácil ver las similitudes y las ideas reutilizadas, y por desgracia, con la comparación, a mi me ha recordado lo brillante que resultaba “Pitch Black” (2004), pues «Riddick», habiendo jugado muy bien sus cartas (un presupuesto ajustado que han aprovechado al máximo, con resultados muy satisfactorios) queda un poco por detrás.
Resumiendo, es una saga que tiene elementos de sobra para ser considerada de culto, y esta tercera parte merece y mucho la pena, con el gran Riddick al que ahora vemos en su salsa, más inspirado que nunca en cada acto y diálogo que protagoniza. Se nos presentaba como la aventura definitiva de Riddick, yo espero que haya más, pues el camino tomado me parece muy adecuado, y deja muy atrás a las crónicas de la segunda parte, pero no alcanza al inicio de todo.
¿Le damos una nota? Un 7 muy merecido y a la espera de que la taquilla acompañe mínimamente para justificar volver a ver a Vin Diesel en acción, por algún planeta peligroso.
Redacción: Rubén A.C.
