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Título: ¿Quién mató a Bambi?
Director: Santi Amodeo
Guión: Santi Amodeo
Reparto: Quim Gutiérrez, Ernesto Alterio, Julián Villagrán, Enrico Vecchi, Clara Lago, Úrsula Corberó, Joaquín Núñez, Carmina Barrios, Belén Ponce de León, Manolo Solo, Andrés Iniesta
Año: 2013
País: España
Música: Enrique de Justo y Santi Amodeo
Género: Comedia
Productora: Rodar y Rodar (Cine y Televisión), Cinema Republic, Cienfuegos Films & Management
Distribuidora: Sony Pictures Releasing Spain
Yo no sé si decir que qué mal ha hecho la saga “Resacón en Las Vegas”, porque le han comenzado a salir hijos bastardos por doquier, pero por otro lado uno de esos hijos bastardos es este “¿Quién mató a Bambi?” que se aferra a un estilo de comedia diferente del que estamos acostumbrados en España.
Dos enchufados en una gran empresa se encuentran con el marrón de esconder a su jefe con coma diabético porque es el padre de la novia de uno de ellos y no quieren que piensen que le ha hecho nada, mientras que los dueños de una pizzería quieren secuestrar al empresario también para poder salir de la ruina en la que están, pero nada sale como ninguno de ellos había planeado.
Se podría decir que esta película es un perfecto reflejo del tiempo en el que vivimos, ya que por ella pasan enchufados, braguetazos, secuestros, quiebras, parados, abogados ineptos y demás fauna de la España de 2013, todo ello aderezado con el humor heredado de la llamada nueva comedia americana. Lo que sin duda me gusta es que se sale un poco de ese humor carpetovetónico representado por “La comunidad” (2000), “Torrente, el brazo tonto de la ley” (1998) y similares que retuercen una y mil veces sin pudor alguno todos y cada uno de los tópicos del acomplejado español. Sin embargo el humor que mejor funciona en la película no es muchas veces ese humor algo descafeinado proveniente de esa comedia americana, sino la hostia que daba Bud Spencer, y es que aquí hay una gran abundancia de hostias, lo que, claro, lleva a la hilaridad.
Yo siento decir esto, porque realmente tiene un reparto que me gusta mucho y la idea me parece simpática, pero el guión es un no redondo, ya que bascula entre esa comedia comentada antes, algunos tópicos de españistán y la hostia de Bud Spencer, sin decantarse por ninguno, lo cual no es malo si se consigue la risa, pero es que no la encuentro del todo lograda y en más de una ocasión veo demasiado forzado el chiste, y no hablo precisamente de la aparición de Iniesta. En cuanto a la construcción de la historia hay muchos cabos sueltos y tramas con posible remate desaprovechadas además de un final muy precipitado y totalmente forzado, en el que directamente desaparecen personajes sin más.
Tampoco la dirección la encuentro especialmente inspirada. Efectiva, correcta con algunos planos muy logrados, todo hay que reconocerlo, pero no terminó de llegarme y creo que tampoco supo llegar a los actores, ya que en demasiados momentos recuerdan a otras interpretaciones anteriores, en especial Quim Gutierrez, que parece salido de “Primos” (2011) nuevamente y Ernesto Alterio, quien tiene ya pillada la cara de mala hostia perenne que se ha hecho marca de fábrica.
Parece que no me haya gustado la película y no es así, ya que veo un regusto a “Jo, qué noche” (1985) que deja ver que hay un buen trabajo detrás y, tengo que reconocerlo, los chistes a costa del bizco me hicieron descojonarme.
Un 6, porque es entretenida y propone un cambio con respecto a lo que se había hecho aquí hasta ahora. A verla, para que digan por ahí que el cine español no es bueno ni comercial.
Crítica: Juan Pablo Pérez Padial
