Título: El Sueño de Alicia
Autor: Eduard Punset
Editorial: Destino – Planeta
Páginas: 360
ISBN: 978-84-233-4695-0
Precio: 20,50 €
Puedes comprarlo aquí
Sinopsis: Alicia –«verdad», en griego– es el personaje inseparable de Eduardo Punset en esta historia apasionante sobre la vida y la ciencia que reúne el legado científico y humanístico de personas sabias con la osadía de romper barreras y desvelar conocimientos que creíamos imposibles. Conocimientos que logran sumergirnos en la arqueología de las emociones e iluminar habitaciones secretas de nuestra mente. Ésta es una obra llena de respuestas y de preguntas abiertas. Es también una apuesta de esperanza y de futuro, avalada por los últimos descubrimientos científicos, que Eduardo Punset nos hace llegar a través de un «sueño» donde a menudo ficción y realidad se dan la mano.
En cuanto me enteré del lanzamiento del nuevo libro de Eduard Punset, “El Sueño de Alicia”, supe que iba a leerlo. Tenía que leerlo. Normalmente la ciencia es algo que no suele ser leído con entusiasmo por el gran público. Pero en el caso de Punset, es distinto. Su estilo claro y preciso hace que sus libros puedan ser entendidos por todo tipo de lectores, haciéndonos además aprender y pasar un rato ameno en todos ellos.
Y este libro incluso tiene más alicientes para ser leído. Eduard Punset suele escribir libros en tono divulgativo, pero éste en concreto mezcla la ficción con la ciencia. Una novela científica en toda regla, algo que no suele ser muy usual, y menos en España.
Tenemos como protagonista a Alicia, una chica que comienza a ver el mundo a través de la televisión, y que sus ansias de conocer aumentan con cada nuevo descubrimiento sobre el mismo que hace. Esta historia no solo está plagada de descubrimientos científicos actuales y los que están por venir, sino que entrelaza las vidas de los protagonistas a la ciencia y a las emociones. A estas últimas les da una gran importancia en el libro. Este mundo se ha olvidado durante mucho tiempo de ellas, dando valor únicamente a la inteligencia y a la razón. Pero las emociones y la intuición se han infravalorado durante mucho tiempo, demasiado. Y tendríamos que empezar a cambiar nuestra forma de pensar. Ese cambio comenzará con la lectura de “El sueño de Alicia”.
Siempre que se lee un libro de Punset, al lector le asaltan miles de dudas. Algo que he visto varias veces cuando la gente se acerca por ejemplo en Sant Jordi a que Punset le firme algún libro, es que siempre le hacen preguntas sobre los libros que leen, sobre experimentos concretos de ciencia… pero siempre se oyen cientos de preguntas en el aire mientras esperas tu turno de firma. Punset presta atención a cada uno de sus lectores, sin prisa y sin pausa. Algo que asombra a la gente, y hace que la admiración por él crezca aún más.
Aunque seas un simple aficionado a la ciencia como yo me considero, una charla de solo unos minutos con él es una de las cosas con las que uno sueña. Desde que muchos le conocimos en su programa “Redes”, supimos apreciar en él a un gran divulgador científico. Tuve la suerte de ganar el concurso de Entriviados sobre Eduard Punset que organizaba Planeta junto con el sello que edita sus libros, Destino. No hace falta decir la emoción que sentí, y todas las preguntas que quería hacerle, bullían en mi cabeza constantemente. Hasta que llegó el día.
Tengo que decir que tanto Alba, la responsable de Planeta que contactó conmigo y con la que fui al encuentro, como la responsable que estaba ese día en la Fundación Eduardo Punset, fueron más que amables conmigo, haciendo que los nervios del encuentro se desvanecieran lo suficiente como para conseguir articular unas cuantas palabras inteligibles en los primeros momentos. Y por fin llegó Punset. Amable y sonriente en todo momento, estuvo contestando mis preguntas, charlando sobre su último libro, sobre ciencia, cultura…
“En España apenas hubo revolución científica, al contrario de otros países como Inglaterra, Francia o Alemania, es por esto por lo que ha habido poco contacto entre escritores y científicos. En realidad el género literario que tuviera que ver con algo además de la ficción solo se dio en la novela histórica. Había novelistas muy buenos q sabían de historia, pero no científicas. No había tradición para ello ni el público adecuado que ahora sí que hay”, nos comentaba Punset con respecto a este género novedoso que mezcla la novela con la ciencia. “La novela El Sueño de Alicia es un intento de amalgamar por primera vez en la historia de España la tradición científica con la ficción. Yo estoy convencido que un día desaparecerá esta división que hay entre ficción y ensayo, entre ciencia y novela.”
“En este país, el aprendizaje social y emocional ha llegado más tarde. Y éste es un ensayo completo sobre gestión emocional. Algo que constata que la intuición es una fuente de conocimiento tan válida como la razón. Eso es absolutamente nuevo”, nos dice hablando sobre su libro, “no es que sea una fuente de conocimiento tan válida como la razón, es que ocupa más espacio en el cerebro que lo que llamamos el pensamiento racional. Esto exigía una cierta voluntad de cambio. Había que tener la seguridad de que se tenía el poder físico, mental, de alterar la estructura genética o cerebral. Esto se descubrió gracias a unos científicos de Harvard que supieron no solo constatar que existía este poder de la voluntad individual, sino que existía en lo que llamo una ventana del tiempo: entre los cuatro y los doce años, que es cuando se puede incidir para efectuar este cambio mental. También queríamos convencer a la gente del potencial que tienen las redes sociales como fuente de innovación”.
Pero no solo en esa ventana del tiempo de la que nos habla Punset se puede efectuar el cambio mental para ejercitar nuestra inteligencia emocional: “Si aceptas que cambia la estructura de la materia, ¿cómo no vas a aceptar tu cambio mental? Dogmáticamente el cambio de idea se consideraba una especie de traición a lo heredado. Pero todo el mundo a cualquier edad puede cambiar y ejercitar su parte emocional”.
También nos habla de su experiencia como docente con respecto al aprendizaje emocional: “Hay que conciliar el entretenimiento con el conocimiento. Eso yo lo he visto cuando daba clase, ya que en cuanto dejabas de distraerles, se acabó la atención. En el sector educativo se tardó más en aceptar la idea de que podía darse un aprendizaje también emocional y que teníamos los instrumentos para ejercitarlo y ponerlo en práctica. En el libro, Alicia aprende que todo esto se está llevando a cabo y que ya es una realidad”.
“Nueve de cada diez personas están convencidas de que sienten en la espalda que alguien les está mirando fijamente. También es aún hoy en día muy corriente escuchar la frase “toca madera”. Todo esto es por el pensamiento dogmático que ha habido a lo largo de la historia, influyendo en nuestra sociedad. Y lo que viene es el alejamiento progresivo de este pensamiento, la sociedad ya ha cambiado mucho en cuanto a esto”, nos explicaba Eduard Punset en cuanto a nuestra sociedad actual, todavía muy dogmatizada pero con una pincelada de positivismo en la actualidad, como nos ha reconocido al final.
Nos habla de quiénes han sido una inspiración para él en el campo científico: “Bueno, por supuesto Ken Nilsson con su “life is a mistake”, su sugerencia era equivalente a la inspiración del principio de incertidumbre de los físicos cuánticos a principios del siglo XX. Hay que desconfiar de la realidad. Ésa es una de las aseveraciones más evidentes y más fecundas que me han transmitido. Pero hay muchos otros, por ejemplo, cuando Steven Pinker dice “cualquier tiempo pasado fue peor”, no como Jorge Manrique, que en su época el dogma le hacía decir que “cualquier tiempo pasado fue mejor”. Cuando uno mira al pasado, sobre todo en España, lo único que se ven son dogmas. Y sobre todo, algo que marcará el aprendizaje en la vida de una manera tremenda es lo que dijo Sydney Brenner, que era un premio Nobel al que entrevisté en Redes, que decía que los que más me han enseñado son los que menos sabían de lo mío. Era otra manera más suave de repetir lo que Marx había dicho de que los monetaristas sabían cada vez más de menos hasta que sabían todo de nada. Sydney Brenner estaba abriendo las puertas al conocimiento multidisciplinar. El futuro no va a ser profundizar cada vez más en una materia concreta, sino en ese algo multidisciplinar para abrirte a campos y universos nuevos”.
Cuando compartes unos momentos con Punset como yo tuve la suerte de hacer, te das cuenta del cambio que tu cerebro da al ir escuchándole. Cómo al llegar a casa, tienes ansias renovadas de conocimiento, de ahondar más en cualquier campo de la ciencia. Y te das cuenta de cómo es cierto eso que en “El sueño de Alicia” explica Punset: la intuición que tenía sobre que la realidad superaría mis expectativas en cuanto a este encuentro era totalmente acertada.
Eduard Punset (Barcelona, 1936) es el autor de divulgación científica con más lectores en España. Licenciado en Derecho por la Universidad de Madrid y máster en Ciencias Económicas por la Universidad de Londres, se estrenó como redactor en la BBC. Ejerció como director económico para América Latina de The Economist y colaboró con el FMI en Estados Unidos y en Haití. Tuvo un destacado papel durante la Transición, como alto cargo del primer Gobierno de la democracia, ministro para las Comunidades Europeas con Adolfo Suárez y consejero de Finanzas de la Generalitat con Josep Tarradellas. Presidió la delegación del Parlamento Europeo para Polonia, tras lo que ejerció diversos cargos en la empresa pública y privada, entre ellos presidente de la eléctrica Enher y subdirector general de Estudios Económicos y Financieros del Banco Hispanoamericano. Autor de numerosos libros, con más de un millón de lectores, dirige y presenta desde hace dieciséis años en TVE el programa Redes, un referente de la comprensión pública de la ciencia. Ha recibido, entre otros, el Premio Rey Jaime I de Periodismo 2006.
Quiero agradecer a Planeta, a la Fundación Eduardo Punset y al mismo Punset, que hayan facilitado este encuentro, más aun sabiendo la apretada agenda de tiene.
Un verdadero honor.
Deja una respuesta