“Infancia clandestina” El punto de vista de un niño

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Dirección: Benjamín Ávila

Guión: Benjamín Ávila y Marcelo Müller

Intérpretes: Ernesto Alterio, Teo Gutiérrez Romero, 

Natalia Oreiro y César Troncoso.

Género: Drama

Duración: 112 min

 

 

 

 

 

La película narra la historia de Juan, un chico de 12 años que vive en Argentina en el año 1979. Él y su familia acaban de regresar del exilio al país que sigue bajo el régimen militar que aun los persigue. Juan tendrá que afrontar una vida clandestina y las consecuencias de la vida que sus padres han elegido, y a su vez intentará llevar una infancia normal donde las fiestas, los amigos y los primeros amores también tienen lugar.

 

La película está contada de forma muy inteligente desde el punto de vista del niño de 12 años que escucha por los pasillos de su casa a sus padres hablar de sus misiones guerrilleras e imagina los momentos violentos como imágenes de comic. Un niño que no puede evitar tener una vida más allá de la clandestinidad y se enamorará de una chica del colegio.

Por este motivo la película no trata sobre las luchas contra el gobierno argentino, sino que cuenta como es esa relación que tiene el protagonista con la gente que le rodea, sus miedos, sus inquietudes y el día a día de una familia en la que los padres y el hijo tienen vidas incompatibles sin darse cuenta. Con el personaje de su tío (Ernesto Alterio) como único punto que media entre la lucha de sus padres y las ganas de vivir feliz de Juan. Dando como resultado una película amable sobre adolescencia y relaciones familiares sin buscar la llorera fácil.

Los personajes están excelentemente bien escritos, ninguno actúa de forma forzada y no hay clichés, nadie está falto de razón y no hay villanos (La policía argentina nunca se ve directamente y actúa como un monstruo sin cara). La actuación de Ernesto Alterio es una de las mejores que he visto en su carrera, pero no es la única que merece mención; la interpretación del chico protagonista Teo Gutiérrez Romero consigue sostener el peso de toda la película y el pequeño papel de Cristina Banegas como la abuela de la familia está lleno de sutiles matices.

En definitiva, una película amable, muy bien interpretada y con un interesante aprovechamiento de una historia sencilla.

 

Redacción: Alberto Melchor Ruiz Antón

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