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Título: Caníbal
Director: Manuel Martín Cuenca
Guión: Manuel Martín Cuenca, Alejandro Hernández
Reparto: Antonio de la Torre, Olimpia Melinte, María Alfonsa Rosso, Joaquín Núñez, Gregory Brossard
Duración: 116 minutos
Año: 2013
País: España
Género: Thriller
Productora: Coproducción España-Rumanía-Rusia-Francia; La Loma Blanca / Mod Producciones / CTB Film Company / Libra Film / Luminor
Distribuidora: Golem Distribución
Caníbal empieza con la implacable caza de un depredador que, cual animal salvaje, primero mata a la presa, luego la huele, la palpa y la mira para finalmente, devorarla.
En todo momento sabemos que este depredador es Antonio de la Torre. No hay duda. Este ser con pinta de no haber roto un plato en la vida es un animal desalmado.
Manuel Martín Cuenca toma como punto de partida una novela que transcurre en la cuba de los 50 y la rehace por completo para hablarnos de la España de 2013, una España donde el más respetado personaje tiene una cara oculta.
Antonio de la Torre es Carlos, un respetado sastre de la ciudad de Granada. Vive ajeno a toda modernidad, a todo lo que significa la vorágine del siglo XXI. No ve la televisión, no tiene internet, no tiene móvil, vive en un una casa vieja de la parte antigua de Granada en frente a la cual está su sastrería. La única particularidad de Carlos es que es incapaz de mantener relaciones con mujeres. Cuando siente atracción por una, la mata. Es aquí cuando aparece una joven y atractiva rumana -Olimpia Melinte- muy sexual y que pone muy cachondo a Carlos. Un día ella desaparece y su hermana gemela -otra vez Olimpia- viene a ver qué ha pasado con ella. Lo que ocurre es que esta hermana es mucho más delicada, mucho más callada y mucho más comprensiva con Carlos quien, paulatinamente se va quedando atrapado por ella.
Contada así la historia, podría parecer una versión Granadina de “El silencio de los corderos” (1991), pero aunque “Caníbal” entra dentro del thriller, su puesta en escena es totalmente opuesta a este género.
Todo en la película es como es personaje de Carlos y su forma de trabajar en la sastrería: lento, meticuloso, vistoso, perfectamente estructurado y encajado.
El director cuenta que tanto en las interpretaciones como en el guión menos es más. Es cierto. La verborrea innecesaria se ha suprimido y la película está llena de silencios, miradas, actitudes, pero lejos de resultar redundantes o esteticistas sin más, cada uno de esos momentos aporta algo. Por otro lado cada encuadre está elegido con gusto exquisito y las localizaciones tanto en Granada, como en Sierra Nevada y la playa de las Azucenas entre Motril y Torrenueva (soy de ahí, tenía que decirlo, jejeje) son de una belleza superlativa.
Tanto la delicada forma de rodar como los parajes utilizados, no hacen sino remarcar la brutalidad del personaje de de la Torre. Esa belleza contrasta con su incapacidad para amar suplida por la necesidad de matar y, sobre todo, remarcando la pérdida del norte, de la comunicación y de las normas que la sociedad que vivimos se ha encargado de llevar a cabo.
Sólo puedo poner un pero a la película, ya que sus interpretaciones son muy intensas y para bien, el guión es magnífico ya que nos llegamos a meter en la mentalidad de este monstruo sin juzgarlo y sin histrionismos innecesarios, la fotografía maravillosa y la dirección excelente, ¿qué le falla?, pues su mixtura. Para los amantes del cine de género será terrible ver cómo no hay ni sustos, ni casquería, ni un final apoteósico donde todo de un giro espectacular y el hermetismo de la historia en sí pondrá en contra a estos y hará que se pierda el espectador acostumbrado a lo que se suele ver en multisalas. Por otro lado el espectador más sibarita puede llegar a sentir rechazo por una película de género, que lo es, por mucho que sus cuidadísimos detalles nos lleven al mejor cine de autor.
Es complicado evaluar “Caníbal” porque todo en la película es para darle vueltas y más vueltas tras el final. Aún a riesgo de cambiar de opinión en breve, porque es una película a dejar macerar en la mente, mi nota es un 8. Y que conste que salga Motril no ha influido en nada en mi nota.
Redacción: Juan Pablo Pérez Padial
